Hace muchos años mi marido, entonces novio, se comía de postre semillas de granada con vino y azúcar. A mi nunca me gustó, además en aquellos tiempos aunque yo ya cocinaba bastante ni mucho menos le daba protagonismo a esta fruta y en mi casa no se compraba,
Cuando me casé, por aquello de contentar al marido, se la compraba y recuerdo la primera vez que desgrané esta fruta, no tenía ni idea de como se hacía y quedé teñida hasta las cejas.
Con los años aprendes y lees las buenisimas propiedades de esta fruta y aprendes a sacarle partido en otras recetas.
Desde entonces no falta granada en casa, la adoro y he aprendido a integrarla en postres, ensaladas y carnes, y con pollo no os cuento lo buena que está y encima con ese color tan vistoso, como rubíes naturales.
En mi pollo navideño queda genial, es una receta muy sencilla, económica y con un sabor delicious de verdad.
Ingredientes para 4 personas:
4 pechugas de pollo sin hueso
queso blando de cabra
aceite de oliva
1 cebolla cortada finamente
1/4 de taza de vinagre balsámico
1/4 de taza de melaza de granada
1 vaso de caldo de pollo suave
semillas de la granada
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Abrir con un cuchillo un poco por el lateral de la pechuga para poner justo el queso blando de cabra. Poner un poco de queso.
Salpimentar todas las pechugas.
En una sartén poner un poco de aceite y dorar las pechugas por ambos lados, deben quedar doradas, con un color como caramelizado, pero si están poco hechas por dentro no importa, se acabaran de cocer en el horno.
Cuando estén las pechugas casi hechas, sacar de la sartén y reservar a parte.
En la misma sartén poner un poco de aceite si hace falta y pochar la cebolla hasta que tenga un poco de color, añadir el vinagre, el caldo y la melaza de granada, dejar reducir todo el jugo hasta que se espese un poco.
Poner de nuevo las pechugas y cocerlas en este jugo un minuto por lado, para que se impregnen bien de la salsa
Acabar de cocer los últimos minutos en el horno a 180ºC
Antes de servir poner semillas frescas de granada por encima.