En casa siempre comimos natillas, las hacía mi madre, aún no estaban frías que pasábamos el dedo por la cazuela. A mis hijos también les hacía, pero les daba una, no dos como en los anuncios, en cambio si recuerdo darles dos petit suisse!!!
Sinceramente después de tanto tiempo me ha hecho ilusión volver hacerlas. Por un lado mi hija no me las pide y a mi hijo no se las hago porque le controlo mucho la cantidad de huevos, él se comería las natillas de tres en tres y nosotros nos comemos alguna de vez en cuando.
Cuando vi la propuesta de Memòries d´una Cuinera, pensé que esta oportunidad no podía dejarla pasar pero...... las haría un poco más ligeras y así las disfrutábamos todos.
6 yemas de huevo
2 tazas y 1/2 de leche descremada
410 ml de leche evaporada
una pizca de sal
una cascara de limón
unas gotas de vainilla
4 cucharadas de postre de maizena disuelta en un poco de leche fría
5ml Sucralin líquido
fresas para decorar y acompañar.
Poner a calentar hasta que empiecen a hervir las leches, con la vainilla y la piel de limón,cuando arranque el hervor, apartar y dejar enfriar.
Mientras batir hasta blanquear las yemas junto el Sucralin
Mezclar la maizena con la leche fría hasta que se disuelva.
Poner en el bol de las yemas la leche poco a poco y mezclar, por último poner la leche que contiene la maizena disuelta y volver a mezclar bien.
Pasar esta mezcla de nuevo a la olla y poner a calentar a fuego bajo sin dejar de remover hasta que espese del todo.
Pasar a nuestros recipientes, dejar enfriar, tapar y guardar en la nevera.