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Tarta fría de limón sin horno.

En verano no hay mejor ocasión para preparar tartas frías sin horno.
Normalmente son rápidas de preparar y sólo saber que no vas a poner en marcha el horno ya es un alivio.
Este tipo de tartas mejor prepararlas de un día para otro, quedan más cuajadas y firmes y se desmoldan sin ningún tipo de dificultad.
Es una tarta muy fresca y ligera, perfecta para servir después de una barbacoa o de comidas familiares o con amigos más copiosas.

Ingredientes para la base de galletas:
360 gr de galletas tipo digestive
180 gr de mantequilla
Para la crema de limón:
400 gr de leche condensada
180 ml de jugo de limón
500 gr de nata para montar
ralladura de limón al gusto
1,5 gr gelatina en polvo o 1 hoja de gelatina 
80 ml de agua fría 
Preparación:
Con ayuda de un procesador picar las galletas.
Poner las galletas en un bol y la mantequilla cortada a dados en el microondas para derretir unos segundos.
Verter la mantequilla en el bol de las galletas y mezclar bien.
Poner papel encerado en la base del molde desmontable de 24 cm. También podemos forrar con papel acetato los laterales del molde, de esta manera para desmoldar va mejor y queda perfecta.
Sino tienes papel acetato se puede hacer con una tira de papel de horno.
Verter la galleta triturada en el fondo del molde y repartir con una cuchara abarcando las paredes del molde y la base. Chafar con el reverso de una cuchara para que quede bien compacto.
Guardar en la nevera 30 minutos para que quede la galleta endurecida.
Poner en un bol pequeño el agua fría junto la gelatina, mezclar bien y la dejamos reposar para que esponje unos 10 minutos.
En un bol grande verter la leche condensada, el jugo de limón y mezclar. Añadir la ralladura de limón y mezclar de nuevo.
En otro bol montar bien firme la nata hasta que quede muy consistente. 
Ayuda bastante poner unos 15 minutos el bol en el congelador y que la nata esté muy fría.
Poner la gelatina reposada en el microondas unos 10 segundos hasta que esté diluida.
Incorporar la gelatina a la mezcla de leche y limón y remover hasta integrar.
Añadir poco a poco y a cucharadas la nata montada y mezclar con movimientos envolventes hasta incorporar toda.
Verter la mezcla cremosa sobre la base de galleta y repartir con ayuda de una espátula por todo el molde.
Llevar la mousse a la nevera para que cuaje un mínimo de 4 horas.
Desmoldar con cuidado sacando el papel de acetato y pasar la tarta al plato de servir.
Decorar con nata, ralladura o gajos de limón y hojas de menta fresca.


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