Si me permitís hoy vamos a comer con los dedos, la receta lo requiere o mejor dicho lo pide a gritos. La receta de hoy tiene aires marroquíes, unos salmonetes asados llenos de sabor exótico, un poco picantes y frescos a las vez.
Una ensalada de rúcula con naranja sanguina será la guarnición perfecta para acompañar este pescado.
Los aires marroquíes de estos salmonetes vienen de la nuez moscada, la menta y el ras el hanout, el frescor se lo da el perejil y la granada, y el punto exótico picante los granos de pimienta rosa y el poquito de chile rojo que llevan. Por supuesto si no os gusta el picante se prescinde de el.
Ingredientes para dos personas:
8/10 salmonetes
sal
media granada
8/10 bolitas de pimienta rosa
1/4 chile rojo picado
1 puñado de perejil picado
1 puñado de menta fresca picada
1/4 de c/postre de nuez moscada
1/4 de c/ postre de ras el hanout
aceite
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rúcula
1 naranja sanguina
aceite
sal
vinagre
Los salmonetes pueden estar limpios de tripa y espina, si lo deseáis también la cabeza, los míos sólo estaban limpios de tripa.
También se pueden limpiar a lomos y sin espina, y se rellenan con la mezcla de granada, pero tendrás que atar con cuidado el salmonete con las dos partes para poder cocinarlo sin problema. Presentados de esta manera también queda muy bien.
Secar bien el pescado y salar un poco.
En un bol poner la granada, pimienta, chile, perejil, menta, nuez moscada y ras el hanout, mezclar y reservar.
En otro bol poner la rúcula con la naranja cortada y aliñar la ensalada.
En una sartén o plancha poner aceite de oliva y dorar por ambos lados unos tres minutos los salmonetes.
Servir el aliño de la granada por encima del pescado y acompañar de la ensalada de rúcula.
Y ahora viene lo de comer con los dedos. El placer de separar los lomos del salmonete y llevártelo a la boca, el placer de poder comer este pescado en un rinconcito de la terraza que estaba soleado, el placer de pasar a la mesa el mismo trozo de papel que veis, una servilleta de papel, la ensalada y un vasito de vino, aunque admito que la cerveza le va de maravilla.
Con sabor a marruecos cierro los ojos y me relajo aunque sean 10 minutos.
