Me encanta oír historias antiguas de mis antepasados, me las explica mi padre y mientras las escucho intento meterme en esas historias. Me pasa lo mismo con los libros, mientras los leo, me vuelvo "sorda y muda" y necesito el silencio propio de una biblioteca y en el único sitio que lo consigo es en mi habitación, cuando leo en la cama.
Volviendo a hace....no se cuantos años....mi padre, el que me explica sus historias, me habla mucho de mi abuela francesa, de su hermana, o sea mi tía abuela y a veces hasta de mi bisabuela.
Mi abuela y tía abuela, habían tenido de pequeñas un hotel en París, era un hotel pequeño, por lo visto mi tía era una gran repostera, y aunque la llegué a conocer nunca pude probar sus pasteles porque cuando la visitavamos en Niza, siempre comíamos fuera de casa.
De aquel hotel "he heredado" gracias a mi abuela, unos trapos de cocina de hilo que suelo utilizar para secar cristal o ultimante para el blog.
Si remontamos a las historias de mi bisabuela, mi padre pasaba temporadas en casa de sus abuelos. La mémé (abuelita) y el pépé (abuelito)vivían en un pueblecito que no puedo recordar de Francia, mi padre siempre recuerda a su abuela metida en la cocina haciendo pasteles y a su abuelo haciendo licor, os aseguro que aunque fueran unos minutos me trasladaría a esa época para ver in situ a esta entrañable pareja.
Mira como son las cosas, que mi padre dice recordar a la perfección la cocina, de madera, muy limpia y ordenada y que daba a un pequeño jardín. Tengo la sensación que nos hubiéramos llevado de maravilla bisabuela y bisnieta, todo el día cocinando, haciendo tartas, cogiendo verduras del huerto....haciendo pan...
Hace muy pocos días que tengo en mis manos la cocotte, la verdad la tenía en mente hace años, adoro la cocina lenta en estas ollas y sobre todo las recetas que empiezan en el fuego y acaban en el horno. Desde que la tengo la tengo explotada, los bizcochos van casi cada semana, y el pan aunque ya lo había hecho en otra cazuela, me apetecía ver como quedaba en esta y está claro que va de maravilla.
Pues con este pan de hoy con una historia de ayer, os dejo la receta, una receta de pan rápido amasado de "hoy" (Thermomix) y cocido en una olla de "ayer" (cocotte) que os animo ha que probéis.
Es un pan de corteza crujiente y masa esponjosa y densa, vamos el que me gusta para mojar huevos fritos o salsas de los guisos.
Para la masa fermentada (Sólo utilizaremos 70gr) el resto se puede guardar en la nevera hasta una semana. El resto la he utilizado para otro pan.
Ingredientes: 250gr de harina de fuerza, 175gr de agua, 5gr de sal y media cucharadita de levadura seca. o fresca.
Mezclar todos los ingredientes hasta formar una masa lisa. Dejar reposar en la nevera toda la noche.
Al día siguiente dejar un rato a temperatura ambiente antes de hacer el pan.
Ingredientes para el pan:
70 gr de masa fermententada, 500gr de harina de fuerza, 25gr de levadura fresca de panadería, 240 gr de agua, 15 gr de aceite de oliva, 1/2 cucharadita de azúcar y 10 gr de sal.
Poner en el vaso el agua y calentar a 37ºC durante un minuto.
Añadir la levadura, la masa fermentada, harina, azúcar, sal y aceite y mezclaremos todo durante 7 segundos a velocidad 6.
Por último amasar durante 2 minutos a velocidad espiga.
Sacar la masa del vaso y amasar unos minutos hasta formar un bola. Hacer unos cortes con un cutter o cuchillo.
Engrasar un poco la cocotte y poner el pan, tapar.
Poner en el horno frío a 210ºC durante 40-45 minutos más o menos, a partir de los 40 empezar a mirar con cuidado de no quemaros al retirar la tapa. Si lo queréis un poco más dorado, dejar destapado unos minutos más.
Pasar a una rejilla y dejar enfriar.