Hemos llegado al primer domingo de mayo, "Día de la madre" y para celebrarlo hoy comeremos este pastel de queso que lleva dos chocolates.
También le dedico un trozo de esta tarta, porque también es madre y es la responsable de que haya puesto chocolate de fresa a Bea, de To be Gourmet, un día publicó un postre con este chocolate, me quedé fascinada con el color y tuvo el gran detalle de traerme una bolsita el día que la conocí en persona en Zaragoza.
Ingredientes: Para la base del pastel: 125 gr de harina, 50 g de mantequilla y 40 gr de azúcar.
Para el cheesecake: 200gr de queso cremoso, 50 gr de queso fresco, unas gotas de vainilla, 125 gr de nata, 2 huevos, 50 gr de chocolate negro, 60 gr de chocolate de fresa, 50 gr de azúcar, 1 cucharada sopera de harina.
Empezamos con la base del pastel, he utilizado un molde de 17 cm.
Con la yema de los dedos amasar la mantequilla, con la harina y el azúcar, hasta forma una masa.
Forrar fondo y un poco de las paredes del molde, presionar bien y guardar en la nevera unos 20 minutos.
Fundir a baja temperatura o al baño maría, los dos chocolates por separado, dejarlos templar.
Batir el queso cremoso con el fresco y el azúcar hasta conseguir una masa suave y lisa, incorporar la nata fresca y los huevos uno a uno, también las gotas de esencia de vainilla y la cucharada de harina. Mezclar todo bien.
Dividir esta masa en dos partes iguales y añadir a cada una un tipo de chocolate, mezclar bien para que queden bien incorporados.
Precalentar le horno a 160ºC.
Verter primero la base de chocolate negro y luego encima la de chocolate de fresa.
Meter el pastel en el horno y mantener a 160ºC unos 15 minutos, bajar la temperatura a 120ºC y seguir cociendo unos 50 minutos. Dejarlo enfriar del todo dentro del horno con la puerta entre abierta.
Guardar en el frigorífico al menos un día, antes de consumirlo. Decorar al gusto.