Me gusta la lluvia! y me gusta verla desde las ventanas de mi casa, eso si, siempre que no tenga que salir de recados, ya que a veces salir a comprar cuando llueve es un verdadero caos: las bolsas, paraguas, te mojas....
Me gusta la lluvia!, y oírla desde la cama. Cuando estoy sola en casa, abro las cortinas del comedor para ver el paisaje mojado, las hojas, el suelo. Cuando hay tormenta también me gusta y hasta me gusta tener sensación de frío; aún no hace falta la calefacción, pero el hecho de ponerte una chaqueta me hace feliz.
Sigue lloviendo y me acuerdo de la historia de la María de Memòries d´una cuinera, yo tampoco se estar en casa sin hacer nada, me apetece poner el horno en marcha y hacer unas galletas, me apetece que la casa tenga olor a mantequilla y a galletas.
En un bol poner la harina previamente tamizada con el azúcar, la almendra molida, azúcar avainillado,y la pizca de sal, añadir la mantequilla a dados y mezclar con la punta de los dedos, hasta que se formen como unas migas, añadir la yema de huevo y acabar de mezclar sin amasar en exceso. Envolver en papel film y guardar en la nevera una hora.
Precalentar el horno a 175ºC.
Estirar la masa sobre dos hojas de papel de horno, e ir marcando las galletas con el molde de galletas que más os guste, he elegido este cuadrado acanalado porque en algunas he puesto una mini chocolatina enganchada a modo de Petit Ecolier.
Pasar con espátula las galletas a la bandeja del horno y hornear unos 15 minutos,han de estar cocidas pero sin que se tuesten demasiado. Cuando estén hechas, no tocar hasta que se hayan enfriado salen blandas y se podrían romper.
Para hacer las chocolatinas: fundir el chocolate al baño maría con la leche y dejar templar. Poner el chocolate sobre el molde de silicona especial chocolatinas y esperar que se petrifique. Con cuidado desmoldar y enganchar en la galleta con un poco de chocolate.