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Berry cheesecake brownie


Hoy es el día Mundial del Brownie, el 11-11, 11 de Noviembre; ese día empezó a difundirse el #dia de.... tan famoso en la blogosfera, y ahora ya se va hacer oficial.

Esta vez El monstruo de las galletas, ha pensado en los brownies, y es que a parte de buenos, se pueden hacer de muchas maneras, por eso hoy la blogosfera estará lleno de ellos.


Concurso del Autoproclamado Día Mundial del Brownie.

Ingredientes: 1 taza de harina tamizada, 2 tazas de azúcar, 195gr de mantequilla blanda, 200gr de chocolate negro, 1 paquete de frutos rojos congelados, 400gr de queso crema, una cuchara/pos, de esencia de vainilla, 5 huevos.


Untar un molde cuadrado con mantequilla y encima poner una hoja de papel de horno, así es más fácil de desmoldar.

Batir con la K.A, o varillas, la mantequilla con una taza de azúcar, a velocidad media, hasta que quede bien cremosa, a continuación añadir 3 huevos, uno a uno, no añadir el siguiente hasta que no esté el anterior bien integrado.

Poner el chocolate en un bol en el microondas a potencia muy baja para que se deshaga, dejar enfriar un poco y añadirlo a la mezcla de mantequilla, azúcar  y huevos, mezclar mejor con una espátula.

Añadir a esta mezcla por último la harina tamizada, también mezclar con la espátula. Reservar.


En otro bol poner el queso crema, los dos huevos restantes, una taza de azúcar ,y  la esencia de vainilla, mezclar hasta que se forme una masa lisa y cremosa.



Poner en el molde primero la capa de masa chocolateada bien repartida, encima poner la de queso crema igualmente bien repartida, por último, poner por encima repartidos los frutos rojos.
Poner en el horno previamente calentado a 180ºC, entre 55-60 minutos, dependiendo de cada horno, pero lo podemos comprobar con una aguja para bizcochos, de todas maneras los brownies son más humedos que los bizcochos.
Dejar enfriar del todo, antes de cortar.
Tengo que decir, que lo dejé enfriar.... pero no del todo, digamos que estaba un poquito templado, era tentador tenerlo allí solo encima de la mesa y no me arrepiento de no esperarme, estaba deliciosamente adictivo.


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