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Raviolis fritos con salsa de tomate y albahaca.





Si sois grandes amantes de la pasta, no perderos esta receta que ya he hecho tres veces casi seguidas del éxito que tiene en casa.

Ya los había visto hace tiempo por internet y después de hacerlos varias veces esta vez os enseño como quedan, son muy buenos y crujientes y no te das cuenta que vas comiendo uno tras otro.

Podéis hacerlos con los raviolis que más os gusten, yo los compré en una tienda de pasta fresca, e hice una mezcla por aquello de poner más intriga a la hora de comerlos; unos eran de manzana y cebolla caramelizada y los otros de queso y albahaca.

Ingredientes: 500 gr de raviolis frescos, 150 ml de buttermilk, harina de pan, queso rallado, salsa de tomate con albahaca, aceite.

Buttermilk casero: 150ml de leche, una cucharada de vinagre de vino.
Mezclar y dejar reposar 10 minutos.


Preparar un bol con los raviolis, otro con la buttermilk, otro con el pan rallado,la sartén con el aceite y una bandeja con papel de cocina.

Si lo tenemos así organizado, será más fácil ir friendo los raviolis.

Los haremos en pocas cantidades para que se doren mejor

Poner unos cuantos raviolis dentro del buttermilk, escurrir con ayuda de una espumadera y pasar al bol con el pan rallado, rebozar bien y pasar a la sartén con el aceite caliente, poner en grupos de 6-8, cuando tengan un color dorado, pasar a la bandeja de papel de cocina.

Hacer lo mismo con todos los raviolis. Si vamos a freír muchos, os recomiendo que tengáis dos sartenes preparadas, cuando llevamos un rato friendo, el pan que cae de deposita en la base de la sartén y se va quemando.

Y una vez bien escurridos....listos para dipear. No me digáis que no son tentadores!!!


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