Whole Kitchen en su Propuesta Salada para el mes de junio nos invita a preparar un clásico de la cocina marroquí: Pastela Moruna.
La Pastela Moruna o Bastila es una especialidad en la cocina Marroquí, se cocina en ocasiones especiales como fiestas o bodas. Es como una tarta hecha de pollo básicamente y cubierta de una fina y crujiente capa de pasta filo. Podemos ver diferentes recetas, casi todas ellas hechas con pollo y puede variar algún ingrediente, la mía la he sacado de un libro de cocina marroquí de mi tío, solía pasar cada año largas temporadas en Tánger y como sabía que me encanta la cocina,las recetas que eran fáciles o que llevaran ingredientes fáciles de encontrar me las pasaba, aunque esta nunca la hice y ahora W.K me ha ofrecido la oportunidad de desenpolvar esos retales.
Normalmente esta pastela se hace del tamaño de una tarta, pero yo las he hecho individuales, y mi sorpresa han sido los chicos, mientras las iba preparando he sido víctima del mismísimo tercer grado preguntándome, que ingredientes lleva, como se cocina, a que sabe etc como una ya es gallina vieja en lo de ser madre y cuantas menos explicaciones les das mejor, mis respuestas fueron, pollo, pollo y pollo.
Ingredientes: 1 paquete de pasta filo, 300 gr de pollo rustido ( ya lo tenía hecho y lo he aprovechado para hacer esta receta), 50 gr de piñones, 75 gr de pasas de Corinto, 1copa de vino dulce, 2 huevos duros, 1 cucharadita de Ras el Hanout, azúcar moreno y canela en polvo.
Picamos el pollo a cuchillo lo más pequeño que podamos, lo pasamos a una sartén y lo salteamos con un poquito de aceite, añadimos las pasas y piñones, yo lo he picado por aquello de -¿mamá esto que és? me ha funcionado después ya no han habido más preguntas. Mezclamos bien y añadimos el vino dulce, dejamos reducir y ponemos l/2 cucharadita de Ras el Hanout y los huevos cocidos picados, mezclamos bien y reservamos.
En tarteras individuales en puesto dos hojas de pasta filo abiertas, y encima media hoja más (por tartera), las he rellenado con dos cucharadas del pollo condimentado. Con un pincel mojar las puntas e ir poniendo hacía el centro de la tartera las puntas para cerrar, les he dado la vuelta para que quede el cierre debajo mientras se hornean.
Calentar el horno a 180º, poner las tarteras hasta dorar la pasta filo, después les he dado la vuelta para dorar más la parte del cierre.
Emplatar y repartir por encima canela en polvo y azúcar moreno.
En casa se ha disfrutado de lo lindo con esta receta, con la pasta filo queda una tarta crujiente, aromática y el toque del dulce del azúcar y la canela le da ese aire exótico que se merece, como no la había hecho antes!!! la voy hacer otra vez, ya que se puede comer también fría. Una delicia!!!!